El plan que ha ideado Satoko para echar al hombre que atormenta a Asagiri de la isla es... ¡vestir a Shinpei de mujer y mandárselo como si fuese una cortesana!
“Si el plan sale bien, ¡Satoko me felicitará por ello!”
Y así, con la moral por los aires, Shinpei va atacando a sus enemigos y tiñéndose de la sangre que le salpica.
Mientras tanto, Satoko siente en su corazón que debe tomar una decisión muy importante...