25 de febrero de 1980. Roland Barthes es atropellado por una furgoneta. Pero... ¿y si se tratara de un asesinato? Jacques Bayard, comisario de policía, y Simon Herzog, joven semiólogo, se encargan de la investigación. Lo que empieza siendo la investigación rutinaria de un fatídico accidente, pronto se convierte en un trepidante thriller. Y es que Roland Barthes poseía la séptima función del lenguaje, capaz de convencer a cualquiera de hacer cualquier cosa, en cualquier situación. Codiciada por los mayores intelectuales y políticos del momento, la séptima función deja un reguero de cadáveres a su paso. Todo el mundo es sospechoso. Adaptación gráfica de la novela homónima de Laurent Binet (Seix Barral)