Desde 1939, el Ju 87 stuka fue la muerte caída del cielo,
con su aterradora sirena y sus bombas de precisión letal.
La última versión del stuka, en el frente oriental, sería el Ju 87G anti tanque, con cañones implacables contra los soviéticos.
A ese avión siempre le acompañará el nombre de Hans-Ulrich Rudel. Fue el soldado alemán más condecorado de la guerra, y Stalin puso personalmente precio a su cabeza. Los aliados se negaron a entregar a este nazi convencido, pero combatiente ejemplar respetado por sus adversarios.
Esta historia completa se inspira en las hazañas de este héroe con un lado oscuro...