En los anales de Esparta, el nombre de Iris resuena como un eco del pasado, un símbolo de valentía y poder. Todo guerrero de Grecia teme su espada, todo general aplaude su talento, todo ciudadano aclama su heroísmo. Cuando las Olimpiadas proclaman el duelo entre Atenas y Esparta, las miradas se dirigen instintivamente hacia Iris, la espada llameante de su patria. Mientras, Asia, hija del rey Agamedes, ha sufrido la implacable venganza de Esparta contra su padre. Ares, en un ataque de crueldad, la entregó a sus tres generales más violentos. Golpeada, desfigurada y dada por muerta, Asia sobrevive contra todo pronóstico. Pero aquellos hombres cometieron un error: no haber acabado con ella, porque un único pensamiento ocupa su mente: la venganza. Y está dispuesta a todo para conseguirla...