Asterión, el tímido e inocente príncipe de Creta, nos confía en primera persona la crónica de su vida intramuros, en un hogar tan vasto como enigmático. Criado en soledad desde niño, su mundo se limita a los interminables pasillos de esta casa, donde busca distraerse con juegos y fantasías que mitigan el peso de su aislamiento, aunque sin poder evitar sufrir por la única vida que ha sido condenado a vivir.
Su mente, ingenua y filosófica, le lleva a interpretar la realidad de una manera distinta a los demás, sin comprender el miedo y el rechazo que provoca, e ignorando por completo que, más allá de su casa, su nombre resuena en toda Grecia con el eco de una fábula terrible: la del monstruo que llaman el Minotauro.